Hoy me siento bien, me sienta llena, llena de amor, de cariño, de bondad, de alegría y de felicidad. Hoy sólo es un día más, pero al igual que los otros, único, mágico, dónde hoy puedes ser lo que quieras ser, disfrutar de 24 horas completas que no volverán a repetirse. Y es que me doy cuenta que la vida son momentos, que es hoy, ahora y que no importa nada más. Hoy es el mejor día de mi vida porque no habrá otro igual, y mañana quizás lo vuelva a ser...
Estando lejos de lo que siempre vií, he conocido o, mejor, he recordado quién soy. porque estando aquí soy yo, no hay prejuicios ni pudor, ni verguenza, soy yo en estado puro... y no me acordaba. No recordaba cómo me gusta ser cómo soy, ser natural, reir, gritar, cantar, saltar, ilusionarme, cabrearme y volver a sonreir, conocer cosas nuevas, hablar, ser un día una y, al otro, otra. Volverme loca y después aplacarme...pero siendo siempre única, real, libre.
Hoy conocí un poco más el mundo, hoy supe que no importa lo lejos o lo cerca que estemos unos de otros, porque somos uno, todos somos una parte de todo lo que existe, no existen las distancias imposibles, no es verdad que seamos tan diferentes porque en el fondo, somos iguales, y lo he sentido así, lo he visto y me ha encantado descubrirlo porque no me equivoqué pensando que el mundo aún no se ha roto, que hay personas maravillosas, que hay algo por lo que seguir creyendo. Y me equivocaré cien veces, y puede ser que incluso llegue algunas veces a dudar de estas verdades, pero sé que en el fondo, dentro de algo a lo que llaman alma, está la verdad, y no dejaré de creer en ello, porque siento tanta bondad, tantas cosas bonitas en el mundo, que no pueden quedar debajo de lo que quieren hacernos ver quién no cree en las personas, quién no cree en el ser humano.
Y seguiré viendo que los sueños se pueden cumplir...