Me perdí en aquel rincón del universo...
y nadie me encontró.
Me perdí en un desierto de lágrimas...
y naufragué,
pero te encontré.
Me volví a perder, me sentí tan pequeña
que todos podían pisarme,
pero cogí aquello que me quedaba
y volví a abrir los ojos,
y luché.
Luché porque sólo yo conocía la batalla,
vencí y volví de nuevo a sonreír.
Tuve coraje y no dudé,
sin importar a nadie
sin importarme a mí.
Pero, vuelvo a la batalla,
me llama,
debo continuar incesante la búsqueda,
nunca termina,
ese es mi camino, el que debo seguir,
el camino...
nunca despierta, nunca descansa,
jugando con la libertad,,,